La interna radical me recordó que dejé colgada a Agnés Heller y sus necesidades radicales. Economía social Necesidades III (A cada quién lo que corresponda)

El alto contenido teórico y erótico de la interna radical mostrada por el diario Ambito Financiero

Si usted busca mi opinión política de coyuntura va muert@. No porque me crea   que  son nimiedades, sino porque el nivel de análisis y de información que se requiere para estos fines me supera ampliamente.

Así que me ocupo de imágenes, músicas y temas que no interesan a nadie. ¡Y que también me superan, pero no por ello amilanan mis ganas de entrarle! 🙂

La interna radical me recordó que dejé colgada la concepción de A. Heller  de necesidades en  unos post antiguos que se iniciaron con la inflación y con  la economía social como una opción estatal. Esa asociación generó una chorrera de reflexiones sobre la economía social y en un punto llegamos a las teorías de las necesidades (Maslow/Malinowsky/Max Neef). La palabra «radical» es la culpable de todas las reflexiones que siguen.

Está avisad@. Raje ahora que sabe que no habrá nada sobre radicales conchudos.

A. Heller plantea que no es posible separar la idea de necesidad, de un sistema de valores.  Las clasificaciones de necesidades tienen detrás un sistema de valores que las sustenta, a veces consciente, y otras no (Esto lo digo yo. Es necesario aclarar también que para Heller, las necesidades son siempre conscientes).

En la Crítica del Programa de Gotha, Marx decía que

«En la fase superior de la sociedad comunista, cuando haya desaparecido la subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo y, con ella, la oposición entre el trabajo intelectual y el trabajo manual; cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; solo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgués, y la sociedad podrá escribir en su bandera: “A cada cual, según su capacidad; a cada cual, según sus necesidades.» Karl Marx 1875

Los comunistas  colectivistas toman este punto. Los anarquistas libertarios se oponen: «A cada uno según su mérito». Después se enchamigarán todos y  más dispué se cascotiarán.

El tipito habla de un post-comunismo, y la sociedad a la que aspiraba. No le digo que se haga marxista, ni anarquista, peronista, ni nada. Ni que al final del túnel está   la sociedad comunista, la socialista, la comunidad organizada peronista, la sociedad de los productores libres  asociados de Carlitos, ni ningún sucio trapo rojo, negro ni de ningún color. Ni que hay un túnel que te lleva inevitable y necesariamente a una terminal feliz cual subterráneo/metro teleológico.
Iremos construyendo las estaciones como podamos, como acordemos… no está en el destino el punto de llegada.

Declaraciones de Mario Llambías del 26/03/2011 publicadas por Tiempo Argentino

Como dijo el niño Silvio: «el sueño se hace a mano y sin permiso, arando el porvenir con viejos bueyes».

Pero Ud. algo tendrá escrito en su bandera/marulo. ¿Cuál es la sociedad a la que aspira, por la que lucha?….¿Cuándo premia a sus hijos?…

Cuando reta a sus hijos…¿Es porque  prestan su cosas o porque no lo hacen?… ¿Los prefiere limpios y callados o sucios y felices?…

Que no tiene hijos… ¡Me cagó el ejemplo! 🙂

Vamos con otra. Cuando el gobierno otorga créditos blandos a las empleadas domésticas para que se construyan una casa propia, ¿se alegra o le parece una injusticia total porque usted se rompió el culo trabajando y a los negros vagos la yegua populista les regala todo con la plata de los jubilados?. (de ser esta última opción, espero haberlo matado de asfixia con un párrafo largo sin puntos ni comas).

Si vamos bien o vamos mal se mide con una vara que no es la del índice de precios al consumidor, sino su escala de valores y el tipo de sociedad y gobierno que se imagina.

Esas acciones de la vida cotidiana presuponen su  sistema de valores y una idea de buena vida, de buenas personas y de sociedad futura. ¿La comunidad organizada de la que hablaba El Pocho?…La que sea. Si pinchó se lo bajó… si no… se jodió 🙂

Heller piensa que no hay que interpretar la consigna a cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades como “principio constitutivo” sino más bien como un “principio regulador” de la justicia distributiva, ya que si se reconoce a todas las necesidades por igual, pero no existen los medios para la satisfacción simultánea de todas, como suele suceder, entonces compete a los miembros de la sociedad el tomar decisiones acerca de las prioridades según normas y reglas de justicia política.

Agnes Heller.

Otro de los puntos a considerar, es el universalismo/relativismo. El universalismo supone una naturaleza humana común. El relativismo supone  una construcción histórica y social que inscribe valores y necesidades dentro de esa construcción.

Los seres humanos son únicos, y en este sentido no son iguales, no pueden ser igualados en otra cosa que no concierna a la búsqueda de la felicidad, es decir, la satisfacción de sus múltiples necesidades. Agnés Heller.

En la perspectiva helleriana el reconocimiento de todas las necesidades humanas resulta una  “idea reguladora” fundamental, porque sin ella no se puede efectuar el reconocimiento de la dignidad humana.

Es el sistema de valores el que tiende a clasificar a las necesidades como verdaderas o falsas. Desde mi sistema juzgo: «verdadera  es la necesidad de choripán, no de smartphon» .

Verdadera es la necesidad de  agua, no de vino… ¡andá a comer un chancho asado y  poné una jarra  con agua para tomar  y contame!.

Con base en este reconocimiento de todas las necesidades, Heller se opone a las categorías de “verdadero” o “falso” aplicadas a las necesidades, pues implican una confrontación entre necesidades reales e imaginarias. Toda distinción entre verdaderas o falsas necesidades, fundada en una teoría del fetichismo, presupone que la persona que juzga se coloca por encima de la sociedad. Y dado que las necesidades humanas son determinadas históricamente, no existe un criterio objetivo para dividirlas en “reales” e “irreales”.

El asunto se vuelve peligroso cuando es  un sistema social institucionalizado el que se arroga el derecho de hacer esta selección, como fue en el comunismo soviético.

Por consiguiente, todas las necesidades sentidas y formuladas conscientemente por los hombres y las hombras, y que desean satisfacer, deben ser consideradas como reales. Otro punto es si son todas «buenas».  Las necesidades de oprimir, humillar o explotar a los otros hombres y hombras, son bien reales y  no por eso  resultan aceptables.

Ahora bien, aunque se admita la validez de todas las necesidades y la legitimidad de su satisfacción, ésta última no se puede realizar de inmediato y a la vez.

“se trata de crear una estructura en la cual las fuerzas sociales que representan necesidades tan reales como las otras decidan en el curso de un debate democrático, y sobre la base del consenso, qué necesidades deben ser satisfechas primero” Agnes Heller en Marxismo y Democracia

Las necesidades se desarrollan, por contraposición a Maslow, por la continua superación de estadios históricos. La dialéctica de las contradicciones en cada contexto se supera por la transformación de la sociedad en nuevas etapas donde se lograrían satisfacer las necesidades plenamente, un «nuevo modo de vida» que supere de una vez por todas la estructura de las necesidades de la sociedad burguesa.

Agnés Heller luego se volverá postmoderna y renegará de mucho de lo planteado en Teoría de las Necesidades en Marx. Pero eso será otro día… que quién sabe cuando es 🙂

Por hoy estamos. Me quedé pensando en eso que dijo la minita de que los humanos nos igualamos en la búsqueda de la felicidad que implica la satisfacción de las múltiples necesidades y en el Pocho y la doctrina justicialista que busca la felicidad del Pueblo. Claro que con la lucha de clases no encontrará ninguna coincidencia.  No se asuste…no cometeré el sacrilegio de abandonar  la lucha de clases  y menos  hoy que estoy de paro, una huelga que le hacemos los empleados del estado al niño Scioli por aumento de sueldo.

Al final no le dije un carajo de los aportes concretos de Heller  a la teoría de las necesidades. Le prometo que la próxima vez que haya paro de ATE y tenga un ratito se lo escribo. Y si hace frío como hoy, irá con la receta húngara de goulash con spaetzle, que es un guisito de carne y cebolla con salsa de paprika y crema de leche (que puede reemplazar por pimentón y ají molido) y unos mini-ñoquicitos. ¿Por qué?… En honor a Heller, la húngara discípula de G. Lukács y al frío en el Hemisferio Sur.

 

Economía social VI La necesidad tiene cara de hereje II)

Habíamos quedado con la deuda de Max Neef y de Agnes Heller. Y acá las deudas se pagan religiosamente… Y más ahora que habemus papa sudaca, argento y peronista, (estamos cada vez más lejos de una ley del aborto)… Pero eso es otro tema.

¿En qué estábamos?…
Cierto. Las necesidades. Max Neef.

En Desarrollo a Escala Humana (1984) , junto con Antonio Elizalde y Martin Hopenhayn, Max Neef distingue Necesidades, satisfactores y bienes económicos. Y adivine qué: Las necesidades son poquitas y universales, como en Malinowski. Y los satisfactores (instituciones de Malinowski) serían las construcciones culturales para satisfacerlas. Ya lo dijo el filósofo Sidartha Kiwi : «original es el que copia primero”.

Las necesidades fundamentales serían las ontológicas y las axiológicas

Las Ontológicas

Las axiológicas:

El tipo discute la validez del postulado neoclásico de las necesidades -lo recuerdo: para los neoclásicos las necesidades son infinitas y los recursos escasos y de ahí la necesidad de una economía- no  desde relativizar la pretensión universalista del homo económicus, sino desde afirmar, como hace nuestro polaco observador de tetas, que las necesidades son limitadas, aunque también universales.

Para Neef y compañía, así como las necesidades son limitadas,  los recursos son abundantes pero están mal repartidos (no son escasos como naturalizan los neoclásicos). Desde el cristianismo Max Neef también pudo  llegar a esa conclusión, que se postula en el marxismo.

Que las necesidades sean pocas y que los recursos sean abundantes pero mal repartidos estoy en un 100% de acuerdo. Encuentro problemitas para  en admitir la universalidad de un listado cerrado de  necesidades.

Universal significa que en todo tiempo y lugar,  todos los hombres y las mujeres de todas las culturas del mundo, tienen, tuvieron y tendrán esas mismas necesidades ontológicas y axiológicas, y que las únicas diferencias serán los satisfactores (en términos de Max Neef) o las instituciones (en términos de Bronislaw Malinoswski).

Sobre esta base conceptual se construye la propuesta de una economía a escala humana. Y aunque flojito de papeles para esa empresa, no está mal la propuesta.

Este no es un post sobre la obra de Max Neef. Solo me interesó comentar su posición respeto a las necesidades. Sus aportes en general son  muy interesantes.

Los cinco postulados de su propuesta economica (Economía a escala humana)

Le dejo su texto fundamental para que Ud juzgue.


Si se lo quiere descargar, acá va el enlace

Padre… he pecado. Mentí al truco. ¿Treinta y dos padrenuestros de penitencia?… Son güenas. Quería decir que mentí cuando le prometí Agnés Heller. Otro día.

Una yapa de Max Neef

Economía Social V (la necesidad tiene cara de hereje I)

Si Ud siguió mis post sobre economía social  está perdid@, confundid@. Entonces vamos bien. 🙂

Un recuento no vendría mal para luego poder volver a dispersarnos.
Hasta ahora: La Economía Social:

  • No es economía popular.
  • Está en construcción y alude tanto a prácticas,  experiencias concretas como a proyectos económico-políticos.
  • Es una decisión de producir, consumir, distribuir, acumular de manera singular.
  • Se basa en la producción ampliada de la vida.
  • Es el resultado de una elección.
  • Tiene un componente de solidaridad orgánica a lo Durkheim.

Una vez hecho el recuento, dispersémosnos nuevamente.

«Rico no es el que más tiene sino el que menos necesita»

Esa frase popular, tan del sentido común, está instalada en el lenguaje cotidiano pero no en la vida práctica.

«Necesito una tablet», «necesito comer algo», «necesito un smartphone»,  «necesito tomarme un tiempo para mi», «necesito una cartera Vuitton», «necesito unas Nike», «necesito una Barby», «necesito un abrigo», «necesito un consejo», «necesito tinta para la impresora», «necesito un valium», «necesito talco pédico»… Pere un cacho …necesito un trago.

El problema de las necesidades y la economía … y la economía social.  Sobre eso habrá que bucear por la teoría de las necesidades de Malinowski,  Maslow, Max Neef,  Agnés Heller. (Y no me meto con Lacán, porque no me da el piné)

En 1943 Maslow escribe Una teoría sobre la motivación humana. Allí propone su pirámide de necesidades.

Abraham Maslow Psicólogo humanista estadounidense 1908-1970

En la medida en que se satisfacen las necesidades más básicas (parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollan necesidades  más elevados (parte superior de la pirámide).

Algo así como que primero lleno la panza y luego filosofo. Difícil de rebatir. Pero no imposible 🙂

Fíjese un cacho: una pirámide donde solo los que satisfacen las necesidades primarias, se le generan nuevas necesidades… y allí arriba son pocos los autorrealizados inteligentes, desprejuiciados.

Una pirámide que representa la estratificación social. Los pobres no están para pensar ni para cargos que requieren altas competencias.

Apenas un año después, Bronislaw Malinoswski  escribe Una teoría Científica de la Cultura.

Malinowski más joven,  al palo entre los trobriand durante la Primera Guerra Mundial, elaborando la teoría de las necesidades reproductivas como básicas, mientras finge  que aprecia la bijouterie, pero le mira las tetas.

Archi-resumido se puede ver que hay un listado de necesidades universales, primaria y secundarias, y que cada cultura  crea instituciones que funcionan para resolverlas. (Paradigma funcionalista).

Malinowsky plantea que las necesidades son invariables; es decir, las mismas en todas las culturas y en todos los periodos históricos. Las necesidades elementales o primarias serían  propias del organismo humano (biológicas) que van a ser universales o pre-culturales.

El tipo plantea que la necesidad no se crea por el contacto con la cultura o por el aprendizaje en una sociedad. Lo que se crea es la institución que la resuelve. ¿Necesidades invariables, universales y pre-culturales?…Mnmmm dijo la nutria… y se tiró al agua.

Malinowski sigue con las necesidades secundarias o derivadas, que  surgen a partir de vivir en sociedad. Son necesidades inducidas por los procesos de adaptación del hombre dentro de su sociedad, que impone además un nuevo tipo de determinismo sobre los comportamientos en los hombres (creencias, normas, etc..) y que caracterizan a la cultura como un medio secundario vital (siendo el medio primario natural del hombre la naturaleza).

La cultura sería para el catador mamario,  una estrategia adaptativa, o colección de instituciones para enfrentar los stress.

¿A cuento de qué Maslow y Malkinoswski?… Estas ideas muy rebatidas y rebatibles, a pesar de su poderoso sentido común, serán la materia prima sobre la que se edificará la teoría de Max Neef de una economía a escala humana, uno de los importantes aportes a la Economía Social.

La próxima de Economía Social: Max Neef. Y también mis críticas (poco importante)  y los aportes de Agnés Heller que son lapidarios con estas posiciones respecto de las necesidades.

Economía Social IV. El amor y el espanto.

La última vez de Economía Social nos quedamos con la solidaridad y el cristianismo. Insisto porque el componente solidario asociado al amor al prójimo empioja todo.
Se podría mencionar la reciprocidad como concepto y práctica entre grupos humanos, pero hoy agarraré por otros barrios.
En los post de Economía viejos, definí a los factores económicos o fuerzas productivas:
Fuerza de trabajo, medios materiales, tecnología (en el sentido de saber hacer o background), financiación, gestión (en el sentido de sistema para tomar decisiones).
Luis Razeto, toma un sexto factor en consideración económica: el factor C. Y le pone C por: compañerismo comunión, compartir, comunidad, compromiso, carisma, colectivo. Es solidaridad convertida en fuerza productiva.  El factor C . (Pinche y se lee la desgrabación de una charla de Luis Razeto con pequeños productores en Barquisimeto, en 1997)

Tranquilamente le podría haber puesto C por Cristianismo, que es uno de los lugares de donde abreva. (Y no lo digo desacreditándolo)
Después le haré mis observaciones renegadas. Sigo con Razeto. El tipo caracteriza a distintas economías  basándose en pares de factores económicos:
La economía capitalista se basa (siguiendo a Razeto) en el par Financiación/Medios materiales. No es que los  demás factores no cuenten, sino que es el par preponderante.

Una economía centralista basada en el par Tecnología/Gestión.


Una economía de la solidaridad basada en Fuerza de trabajo/factor C.
Y allí está la definición: la economía de la solidaridad tiene como componentes definitorios a la fuerza de trabajo y al factor C.

Es de una simetría tal que da lástima criticar.

En estas ideas, el Estado a diferencia del Rey Midas, caga todo lo toca. Una idea que cala hondo en muchas organizaciones de base que se constituyeron  a partir de los huecos que fue dejando la ruptura del Estado de Bienestar. También alimentado por las ideas neoliberales difundidas a partir del Consenso de Washington: estatal como lento, corrupto, dirigido, ineficiente, intervencionista. En el paradigma de la autogestión, el Estado sobra. Y no digo que no haya responsabilidad en el mismo Estado en la construcción de este imaginario.

La  privatización de lo estatal/público en manos de fundaciones y mal llamadas ONG’s (Cáritas, por poner un ejemplo: digo mal llamadas no gubernamentales, porque en tanto el Estado delega fondos y recursos económicos para que hagan lo que le corresponde al Estado, entonces son organizaciones que gobiernan).

Volvamos a la solidaridad, o mejor dicho, al Factor C de Razeto.

No niego que la solidaridad pueda ser un factor económico. Razeto ve a la solidaridad como una práctica habitual de los pobres. Yo no idealizo a la pobreza.
Muchas empresas capitalistas lo entienden de manera instrumental: «porfi, pasame una cuarto de libra y queso», y se transforman en empleado del mes.

El Toyotismo y en general la producción postfordista pone a la camaradería y la solidaridad como factor al servicio de la productividad. Mirando pa juera de la empresa, también hay solidaridad. Allí surgen  los matrimonios por conveniencia, o unión transitoria de empresas.

En lo que coincido es en la centralidad del factor fuerza de trabajo. La economía social tendrá al trabajo como eje vertebrador.

No es la civilización del amor, y la economía de la solidaridad lo que estoy imaginando como el fundamento de una economía social. ¿Y el rol del Estado en al Economía Social?… Otro día.

Si,  la economía social es solidaria. Ya veremos cómo.

 Ya lo dijo el viejo en su poema a Buenos Aires

Antes, yo te buscaba en tus confines
Que lindan con la tarde y la llanura
Y en la verja que guarda una frescura
Antigua de cedrones y jazmines.
En la memoria de Palermo estabas,
En su mitología de un pasado
De baraja y puñal y en el dorado
Bronce de las inútiles aldabas,
Con su mano y sortija. Te sentía
En los patios del Sur y en la creciente
Sombra que desdibuja lentamente
Su larga recta, al declinar el día.
Ahora estás en mí. Eres mi vaga
Suerte, esas cosas que la muerte apaga.
Buenos Aires
Y la ciudad, ahora, es como un plano
De mis humillaciones y fracasos;
Desde esa puerta he visto los ocasos
Y ante ese mármol he aguardado en vano.
Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
Me han deparado los comunes casos
De toda suerte humana; aquí mis pasos
Urden su incalculable laberinto.
Aquí la tarde cenicienta espera
El fruto que le debe la mañana;
Aquí mi sombra en la no menos vana
Sombra final se perderá, ligera.
No nos une el amor sino el espanto;
Será por eso que la quiero tanto.

Jorge Luis Borges.

La naturaleza del lazo social.

Si el espanto le suena mal, pongamosle … a ver…

¿la internecesariedad?… Mnnnn…. ¿La complementariedad?…  Por ahí vamos. Y bueno… también el amor si usté quiere, qué caranchos!

Un francés en Malí (ya no engaño a nadie). Economía social I

Ud. ya sabe que el título y el contenido no tendrán relación. Es que de lo planteado al principio de la zaga, quedó pendiente la economía social.
Este tema es complicado de entrarle, porque bajo ese nombre se amparan diversas tradiciones existentes, proyectos políticos, deseos y confusiones. Y tiene muchísimas variantes, que a veces son sinónimos y otras no: economía del trabajo, economía solidaria, socioeconomía, economía a escala humana, economía popular y solidaria, social y solidaria y más que se me escapan ahora.
Voy a empezar con uno de los términos: social. Social está adjetivando a economía. Es una advertencia: no es economía a secas: ¡Esta es social!…
¿Y para qué se usa este término como adjetivo en Argentina? (y otras regiones también):
«Asistencia social»; «Tarifa social»;  «Garrafa social»;   «Monotributo social».

Social quiere decir PARA POBRES

Mala idea entonces ponerle social a economía: siguiendo esa lógica, es una economía para pobres.

¿Por qué mala idea?… Porque la propuesta a la que suscribo  reniega de ser una economía para pobres, sino un modo diferente de producir, circular y consumir.

A veces se la confunde con la economía popular. Y aquí,  para no perder la costumbre, nos desviaremos. En la tercera parte de El francés definí hogar y  Unidad Doméstica.

Los integrantes de la UD tienen energía, capacidades , disposiciones, para el laburo; por su edad, por su formación, por su vitalidad. Ese conjunto de disposiciones, saberes, energías, corresponden a su fondo de trabajo.

La economía popular es la economía que se basa principalmente en el fondo de trabajo de las unidades domésticas. Popular no está tomado aquí en el sentido gramsciano de contra-hegemónico. (Entonces, tampoco  es muy feliz el término popular para la descripción de esta economía).

Es una economía que no vive de rentas ni  de intereses. Es una economía atomizada, inorgánica, basada en el trabajo de sus miembros que tiene por sentido y finalidad sobrevivir, parar la olla.

– ¿Y usted cómo se gana la vida?- – ¿Ganar? ¡De casualidá estoy sacando un empate!- -¿No andará mal de la vista, don Inodoro?- – Puede ser…Hace como tres meses que no veo un peso-

Uno está tentado a pensar que esta  economía sí estaría más cerca de ser una economía de los pobres, aunque sería incorrecto definirla así, porque su rasgo distintivo  no es el sector ni el monto de ingresos, sino a la fuente de  sus ingresos: el fondo de trabajo. Tampoco es la formalidad/informalidad (estar en blanco o en negro) lo que la define. Sus integrantes pueden ser asalariados, laburantes por cuenta propia que ofrecen bienes y/o servicios al mercado. El punto está que viven si laburan.

Es fácil ubicar allí a los vendedores callejeros, los trapitos de las esquinas, los remiseros.

Foto: El Sudaca Renegau. Licencia CC 2.0 La vendedora de chipá.

Pero… ¿Un profesional que labura en investigación para el Estado y le paga a una señora para que le cuide los pibes, pertenece a la economía popular?… Si, en tanto come ella, su hija y la señora que limpia, si a ella le pagan el salario. Si deja de laburar, a la mierda su alquiler, a la mierda la empleada. Su economía se basa en su fondo de trabajo y nada más. Si su principal entrada fuera  la renta del campo, o el alquiler de sus departamentos de la costa, aunque laburara,  no sería un miembro de la economía popular. Los límites son fronteras porosas. El punto está en la fuente de ingresos: su recurso es su saber, su energía, su disposición para el laburo.

Pues bien. Avanzamos. Economía social es un concepto al que social le queda mal porque pareciera una economía para pobres. Bien ahí. Tampoco es economía popular, o sea la economía que se basa principalmente en el fondo de trabajo. Estamos encaminados… ¿Y qué catzo es entonces la economía social?….

Autores, tradiciones, propuestas, experiencias locales…Otro día. 🙂

Mali y el francés. Tercera Parte (Ni cumplo ni dignifico)

Veníamos viendo que hay inflación y que las causas  son diversas. concentración y extranjerización de la oferta, puja distributiva, especulación, manija mediática a las expectativas inflacionarias, controles de precios muy perfectibles, acuerdos cortos con actores fundamentales afuera, influencia de los precios internacionales, especulación, etc, etc. En función del los diagnósticos , las propuestas también eran diversas.

Pero en Malí y el francés Primera Parte, sugerí   la necesidad de una mirada hacia adentro de las casas de los compradores.

El capital se realiza en el consumo. Producción, distribución, circulación y  CONSUMO. Sin consumo la cosa no funciona. No es que el consumo defina un modo de producción: siendo yo zurdito, le pongo más fichas a la producción, y no tanto a la distribución (como Polanyi). Pero el consumo permite la realización del capital en este modo de producción: el capitalismo.
Esas casas/mansiones/ranchos están dentro de un barrio, condado, región que comparte más o menos valores, expectativas culturales, de clase.

¿Quienes deciden lo que se compra?…¿Dónde compran?… ¿A quién?… ¿Juega la edad?…¿Es posible una mirada de género?…

Hay que establecer una unidad de referencia para el análisis. Desde el punto de vista de la descendencia, de las reglas de la herencia, de la regulación de la sexualidad, los vínculos filiales, las unidades domésticas, generalmente  están habitadas por parientes. (Padres,  cónyuges, hijos, hermanos). Pero parentesco, o familia, para una mirada económica, no sería la unidad de referencia  adecuada.

El término familia, para los habitantes  de las casas (hogres) les queda chico, porque las familias son más amplias en número que los  habitantes de los hogares. Si lo que vamos a mirar es la economía, (en este caso el consumo y tal vez la producción), la unidad de referencia no será la familia sino la unidad doméstica.

Foto: El Sudaca Renegau. Licencia CC 2.0 Mural Luxor, La Plata

La unidad doméstica no se refiere a todos los que habitan bajo el mismo techo: ese es el concepto de hogar. Hogar es el conjunto de personas que viven bajo el mismo techo y tienen un presupuesto común para parar la olla.  La unidad doméstica (unidad de referencia económica) es el conjunto de personas, parientes o no, que organiza los recursos, los ingresos, las capacidades ¡Y el consumo!. Y que bien podría  estar formada por más de un hogar.

Y para colmo, existe la posibilidad que las unidades de referencia coincidan:  que un hogar esté integrado por todos los referentes de una familia y a su vez sea la unidad de organización de recursos, capacidades  y consumo. En ese caso familia=hogar=UD (Unidad Doméstica)

¿Qué consumen las UD?… Mercancías del mercado y recursos  colectivos: transporte, electricidad, agua, saneamiento (también del mercado).

Los neoclásicos tienen un problema con esto, porque suponen agentes individuales que deciden y en la práctica real se encuentran con unidades domésticas con ingresos diferenciados de sus integrantes, preferencias divergentes (por lo tanto, utilidades marginales diferentes. Para ver Utilidad Marginal en el marco neoclásico puede ver las entradas de economía que le sugiero: si no está de acuerdo podrá putearme , pero  por lo menos se habrá cagado de risa con la corbata rojo punzó de Hugo Varela y el predicador conurbano, Jesús de Laferrere y los  rollingas de Capusotto. primera parte, segunda parte )

¿Qué hacer?… Bueno. Tengamos en cuenta al jefe: el jefe decide por todos.  ¿Todas las unidades domésticas tienen jefe?… Y si hubiera… ¿Cómo decide?…. La teoría les queda chica. El mundo es más complejo y la supremacía masculina está en declive. Y las familias cambian, y también las Unidades Domésticas

Foto: El Sudaca Renegau. Licencia CC 2.0 . Fragmento de interveción de Luxor. La Plata

Hacen unas fórmulas para calcular teniendo en cuenta las distintas utilidades marginales de los integrantes. Fórmulas complejas. Seamos breves.

Siempre hay un roto pa un descosido: llega  HART, Gillian y dice que en pos de maximizar la utilidad individual, las decisiones se negocian. (Seguimos con la necesidad y la maximización como paradigma) La unidad doméstica como un campo de disputa y negociación de intereses. Esa será la teoría de los juegos: los jugadores  apelarán al regateo, la cooperación (una especie de alianza transitoria de empresas, como en el TEG). No le voy a negar que nunca es así. Salvo que estos análisis obvian las referencias históricas en las que se desenvuelve la unidad doméstica, a las características del proceso productivo, las relaciones de producción, distribución del trabajo, las relaciones de género, de poder. Siguen pensando en agentes libres dentro de un mercado (la casa, o una unidad mayor como una especie de mercado). Pero adentro de una unidad doméstica, como en el mercado, en que unos son los dueños de los medios de producción y otros solo tienen la fuerza de trabajo, «en esta casa se hace lo que digo yo, porque soy el hombre/mujer, porque soy tu padre/madre, porque te pensás que la guita la cagan los perros y yo me deslomo laburando, porque ahora querés el gato, pero cuando sea grande te olvidás y seré yo el/la que le cambie las piedritas del meo… y variaciones de este tipo.

También olvidan que el consumo, en esta sociedad, (la de consumo, maestro), está generada por una necesidad del capital: el marketing al servicio de la necesidad, la demanda y el deseo (Lacán, Lacán, por el culo te la dan) para la realización del capital.

Al final lo re-cagué de nuevo… nunca llegamos a Meillasoux y Malí… Je, je, je…

Ta bien… le tiro una puntita. Hubo antes del francés un ruso que en medio de la revolución rusa, frente a los soviets, tira que no hay que colectivizar todo, que hay que mantener la propiedad privada de los campesinos y que hay una comunidad doméstica con un modo de producción particular en la que consumidores y productores coinciden. Que hay que mirar esa realidad. Le resumo: lo hicieron cagar. Pero luego vendrá un francés  que lo descubre y toma sus ideas para mirar el contexto colonial franchute en África. La economía doméstica y las articulaciones con el capitalismo colonial.
Si todos estos rodeos, dilaciones, juegos, el modo de producción de post, sudaca y renegau, no funciona. Disculpe. «Estamos llegando» dijo el general Alais cuando iba a reprimir la rebelión carapintada de Aldo Rico. Nunca llegó. Yo ni cumplo, ni dignifico.

Economía VII y última (precios)

Agarré pal lau de los precios. Y me meto con los clásicos.

En los clásicos, los precios del mercado estarán  en torno a un  precio natural. ¿Precio natural?… Ya iremos allí.

En el primer o segundo post de economía, hablé de los factores de la economía para los clásicos. Tierra, trabajo y Capital. Bueno, como usted, tienen precio. ¡¿Que Ud. no tiene precio?!… Fíjese en la póliza de seguros del auto cuando vale una vida. Las compañías ya le han puesto precio a su vida, para el  caso que un vehículo lo embista.

Tierra: Su precio es la renta, el agente, el  terrateniente.

Trabajo: Su es precio el salario, el agente, el  trabajador.

Capital : Su precio es el  interés, el agente,  el  capitalista.

Para los clásicos, el valor es el precio. (valor de cambio, para el Charly.) Actores (agentes) y precios se vinculan para formar el  precio natural de una mercancía dada. La palabra actores viene de las ciencias sociales, y me parece adecuada pa este momento.

Y llegamos: el precio natural. Hay un precio mínimo por debajo del cual el factor no intervendría en el proceso productivo y por encima del cual habría un sobreprecio que tentaría a más actores a intervenir, con lo cual con la sobre-oferta bajaría el precio. Chan.Chan.

El precio natural es un valor anterior al precio del mercado, aunque el del mercado fluctúa en torno a este precio natural. La fluctuación de los precios se acercaría al precio natural. (Física Newtoniana -el sistema se autoequilibra), a partir del mercado, es decir,  a partir de los mecanismos de oferta y demanda: mayor demanda, mayor precio. (Ya veíamos en post previos la analogía entre la economía y la física newtoniana en la referencia de los clásicos).

¿Y el estado?  Ta pa garantizar el mercado, porque  los agentes se autoregulan.

la Constitución te ampara,
la justicia te defiende,
la policía te guarda,
el sindicato te apoya,
el sistema te respalda
y los pajaritos cantan
y las nubes se levantan.

¡Tocá madera!

¡¡¡Dejémolón de joder!!!!

En economía VI vimos varias falacias de los postulados neoclásicos del marginalismo. Hoy le toca a los precios auto-regulados por el mercado.

¿Por qué carajo suben los precios?… ¿No era por presión de la demanda?…

Renuncio a transformar este blog en un tratado de economía: a la mierda las teorías keynesianas, monetaristas, neokeynesianas, etc, etc, etc. Léanlo en otro lado. (No digo que no sea necesario verlo, pero hoy, si me pongo ahora mismo, me tiran el post por la cabeza).

En algo influye la demanda, cómo no.  Pero hay otros aspectos a considerar. Y no me referiré a una mirada sociológica referida al consumo: Baudrillard, Bourdieu. Veamos  la concentración de la oferta.

Mejor dale vó, Heller:  (Columna de Carlos Heller en el programa Marca de Radio de Eduardo Aliverti 6/10/2012 en Radio La Red). Lo dejé todo, si bien la primera parte es pertinente al tema, la segunda donde habla de economía y crisis global está re-buena, y quién soy  yo pa cortarlo al Carlos.

Los precios aumentan favorecidos por  concentración de la oferta y no exclusivamente por la presión de la demanda. La cuestión es la puja distributiva, la manera en que se reparte la torta.  Y ahí hay cuestiones históricas y políticas. ¿Cómo es que se construyó una economía concentrada?… Aquí el estado fue fundamental. Aunque la teoría clásica y neoclásica le dejan un papel secundario, es el principal factor, que otorga viabilidad política y  jurídica para que se produzca.

Chiste de Rudy y Daniel Paz del diario Página 12 del 7/10/2012

Cuando se acuerdan aumentos en los salarios de los trabajadores en las paritarias, inmediatamente los empresarios cargan ese porcentaje de aumento salarial al precio   de los productos.  Y ahí es que se produce eso de que los precios suben por el ascensor y los salarios por la escalera.

La otra cosa es la expectativa de inflación. La profecía autocumplida. Como dicen que subirá, subo para no perder, porque cuando repongo, me costará más caro. Y si necesito 3 compro treinta para tener cuando salga más caro, y algo de razón hay en el aumento de la demanda para el aumento del precio. El Uróboro del aumento. ¿Y como hago?… Uso los medios de comunicación para anunciar el caos. Algo de eso ya hablé en el post sobre las retóricas de la intransigencia de  Hirschman, en Se viene el zurdaje, las retóricas de la Chiqui

El Uróboro

El tipo (Heller) tiene propuestas:  una reforma tributaria profunda que grave con mayor vigor las ganancias excepcionales de las empresas que aumenten los precios. Si se pone un impuesto progresivo a la ganancia empresaria, se volvería ocioso aumentar los precios por encima de determinado nivel, porque se lo llevaría el estado. Hay que seguir perfeccionar el sistema de retenciones, identificar la existencia de prácticas anti-competitivas que apuntan a la obtención de ganancias extraordinarias.

En relación a la concentración de la oferta, también se puedan  eliminar cadenas de intermediación. Creación de una red de mercados centrales en las capitales de provincia, en los grandes centros urbanos.

Y clonar a Guillermo Moreno.  (No, eso no dijo Heller). Se necesita mayor cantidad de polémicomoreno. El mostro controlador, reproducido, con el aliento en la nuca a los muchachos que tienen ganancias extraordinarias.

Fin

Economía IV (la profesión de economista y la crisis)

La bibliografía en Economía III  nos revelaba novedades escritas en 1966 en París.  Hoy serán noticias viejas del 2012, que no nos alejan tanto de los intentos clásicos de ver en la física newtoniana y las ciencias naturales el modelo para la economía.

La crisis económica expone la  crisis misma de le economía como profesión basada en los valores neoclásicos. No pudo predecir, no puede explicar, no puede resolver.

Howard Davies, nos comenta las palabras de Jean-Claude Trichet que renunció a la presidencia del Banco Central Europeo:

«en tanto responsable de las políticas durante la crisis, los modelos [económicos y financieros] disponibles me resultaron de escasa ayuda. De hecho, diré incluso más: frente a la crisis, nos sentimos abandonados por las herramientas convencionales» Jean-Claude Trichet

Los comentarios de Howard Davies están protegidos y reproducirlos implican infringir  la ley de propiedad intelectual internacional.  No podré entonces copiar y pegar lo que el tipito escribió. Enlazarlo con un hipervínculo también es delito, pero tal vez me den menos años de prisión.

Si le da pereza, le comento sintéticamente que el tal Trinchet solicitó ayuda a otras disciplinas para entender y morigerar la crisis (a la física, ingeniería, psicología y biología).  Hizo una crítica pública a su profesión y a  los profesores de finanzas de  las escuelas de negocios, desde Harvard hasta Hyderabad.

El ganador del premio Nobel, Robert Lucas sostuvo  que la crisis no fue predicha porque la teoría económica predice que esos eventos no pueden predecirse.

La escuela de Chicago  desarrolló  una robusta defensa de su enfoque basado en las expectativas racionales, rechazando la noción de que es necesario un replanteo. (los monetaristas continuadores  de Milton Friedman)

Asumir que para generar crecimiento, podía ensayarse una política de estímulo a la demanda,  sería asumir la derrota  del monetarismo ante propuestas  de solución de corte keynesiano.  ¡Prefirieron consultar a biólogos, físicos e ingenieros! Por los resultados parece que confiaron en pronosticadores meteorológicos.

Larry Elliott (es editor de Economía en The Guardian) desarrolla su tesis para explicar la razón de la permanencia de la crisis: hay tres mitos que la sustentan:

La razón por la que la crisis ha sido tan larga se reduce a tres mitos. El mito anglosajón consiste en que las grandes finanzas constituyen una fuerza para el bien, en lugar de entender que viven de las rentas y son corruptas. El mito alemán es que puedes resolver un problema de deficiencia de la demanda apretándose el cinturón y aumentando las exportaciones. La política correcta entraña poner coto rigurosamente a los bancos, cooperación internacional para que los países acreedores aumenten la demanda interna a fin de ayudar a los países deudores, y un ritmo mesurado de reducción del déficit gobernado por el ritmo de crecimiento en lugar de serlo mediante objetivos arbitrarios. Las posibilidades de que esto suceda son escasas. Pues existe un tercer mito: que no era gran cosa lo que andaba mal en la economía global en 2007 Larry Elliott

Este artículo si puede reproducirse y citarse sin riesgos de electrocución por los defensores de la propiedad intelectual.

Ya se va vislumbrando que la economía y lo económico como prácticas y categorías analíticas son una cosa bien distinta que la economía como profesión. Y que el retorno a la economía política es imprescindible. No podemos dejar nuestros sueños y el futuro de las generaciones siguientes  en manos de unos locos con carnet, como dice El Nano. Lo de las expectativas racionales que plantea la escuela de Chicago, nos devuelve al pasado,  a las raíces del enfoque neoclásico. Otro día arrancamos directamente con la teoría marginal del valor.

No se preocupe. Por el nombre parece inentendible. Falsa alarma.

Haaaa …los economistas…

Economía III (¿Lo económico?… )

Veníamos del Homo económicus y la época clásica en la economía, de la analogía con la física newtoniana:  La materia -sociedad- formada por átomos -agentes económicos- el movimiento – las relaciones sociales de intercambio -el movimiento- y el mercado, o ámbito de realización del intercambio -el espacio-

Esto: el orden natural por un lado y por otro la naturaleza humana: Los sujetos  económicos como propietarios de bienes recíprocamente necesarios (trabajo-capital) y  el discurso del Estado como producto del pacto entre propietarios que ceden algo para mantenimiento del orden social. (el Leviatan de Hobbes) y lo economico primero como la riqueza material de la sociedades en Smith (pero para ser justos, se lo copió de Platón) y luego con los neoclásicos como toda acción que combina medios escasos para alcanzar del mejor modo posible un fin.

¿Seguimos?… Ya le está dando sueño.

Raje o escúchese esta

Divididos y Los Piojos cantan El viejo del Carpo
¿Se despejó?… Sigamos… o mas bien, empecemos.

Esta teoría, la de lo económico como el cálculo racional entre medios y fines, es una definición teórica general que no capta lo económico como tal. «Queda disuelto en una teoría formal y no se distingue de cualquier actividad orientada a un fin, como el placer, el poder o la salvación.» La relación de una madre con su bebé tendría la misma relación que el patrón con el empleado. Porque en definitiva, estaría regido  por el principio del placer de Freud.  (Esto me lo robé de una reflexión de Maurice Godelier, que lo escribe en un broli llamado: Racionalidad e irracionalidad en economía, en 1966, en el capítulo tercero. ¡Tomá mate con chocolate!)

Tonce.. si toda actividad de cálculo orientada a un fin es económica, nada lo es. Pasa lo mismo con la definición de cultura de Edward B. Tylor: el tipo la define como todo lo que hace el hombre (no habló de las minas) como parte de la sociedad. Cagamos. Todo es cultura. Definiciones basuras. Definir es establecer límites. Es decir: esto es hasta acá, y de acá para acá, ya no. Una definición puede establecer barreras o  puede ser una frontera porosa, permeable, como la defensa de River Plate, pero siempre intenta aguantar los trapos. Hasta ahora no tenemos nada con economía… ni con River Plate.

Esa definición general, pedorra de la economía,  fue caracterizada  por Polanyi, como una definición formal. Y acusó a sus defensores de  formalistas. Los formalistas tratan de recortar el campo de la economía viendo cómo administran medios escasos para obtener fines, y así con esa tabla de ravioles, fueron tratando de acomodar lo que veían en sociedades diversas.

Pero Polanyi, (y otros), oponiéndose a esta manera de ver la cosa, proponen indagar la economía desde la sustancia, no desde la teoría formal. Tonce se definen como sustantivistas. A la mierda la escasez. Mire… la definición sustantivista de economía que traigo no es de Polanyi, sino de otro sustantivista.

Económico se refiere a la provisión de bienes materiales que satisfacen necesidades biológicas y sociales (…) Independientemente de las diferencias el medio ambiente  natural, las técnicas  de producción o los rasgos culturales, todas las comunidades se componen de seres humanos cuya existencia  bio-social depende de la provisión continuada de artículos materiales.  G. Dalton

Bueno… ya tá. Algo de luz. Una definición que nos deja más o menos en paz.

A descorchar.

Y estábamos por descorchar y  Godelier dice : -Ché… ¿Y los servicios?… ¡Quedaron afuera!… Dalton… ponete las pilas-. Y se pregunta… ¿Y si le agregamos a la definición sustantiva los servicios y chau pichi?…la economía sería  la teoría de la producción, de la distribución, y del consumo de bienes y servicios...

Listo.

Y luego dice Maurice (Ya nos hicimos amigos y le digo por el nombre) -Minga!… Listo nada-

-«Si toda la producción de servicios es económica, entonces lo económico explica toda la vida social.: la religión, el parentesco, la política y el conocimiento.  Todo es económico y nada lo es… «-

¡¡¡Reneuncie Montonero Almeyda!!!  (Esto creo que no lo digo el franchute).

Basta…. Otro día seguimos. Los dejo en paz.

Si llegó hasta acá, les dejo un regalo para el alma
Mañana en el Abasto, pero por Divididos y con erquencho

Foto: El Sudaca Renegau. Licencia CC 2.0. Street Art. Sténcil La Plata

La economía II (El Homo económicus)

“En economía no hay nada misterioso ni inaccesible al entendimiento del hombre de la calle. Si hay un misterio, reside él en el oculto propósito que puede perseguir el economista y que no es otro que la disimulación del interés concreto a que se sirve.” Arturo Jauretche

Para leer lo que sigue es imprescindible que vea los siete puntos del trato que debe firmar. Si no está de acuerdo, no avance.

Pinchando llega a los siete puntos del trato

Hubo un tiempo en que en que la economía y la política estaban enchamigadas. Eso ocurrió en la Uropa de los cĺasicos (Smith y Ricardo).

(no pude encontrar al autor de esta ilustración genial. Si sabe de él, chifle)

El soberano la disponía como  herramienta para garantizar la riqueza de las naciones y sus ciudadanos.
En los principios de la economía política, (la época clásica), el modelo para pensar el mundo lo daban las ciencias naturales, la fisiología, la astronomía, la física newtoniana.

La idea era que el mundo estaba gobernado por leyes. Como digo mundo, también digo  las  relaciones humanas.

Las leyes gobernando a los astros, al mundo y  a los intercambios humanos. Los chabones  ven una  tendencia natural al intercambio. y son  interpretados  casi como el movimientos de astros. Y el mercado como el espacio-ámbito para la realización de esos movimientos que bien podían estudiarse con las herramientas de la física.

collage de Federico Hurtado. Pinche e irá a su blog

Un cacho antes que el Ricky y Smith  ( una especie de Starsky & Hutch de la economía clásica. No, joda… no eran amigos), los fisiócratas (Por ejemplo, el médico Quesnay ) ven en la fisiología el modelo para entender   los flujos de mercancías que dan vida al cuerpo social.

Starsky and Hutch

Hobbes hablará de una naturaleza humana del hombre como lobo del hombre y el Estado como un freno al instinto predador. Rousseau, explicará a la sociedad como un contrato conveniente, y al Estado como una necesidad para mediar. El contrato tendrá en letras grandes que se le concede al Estado el monopolio físico de la violencia.

Los neoclásicos (póngale Marshal, Pareto, y más nenes) también ven una tendencia natural para el intercambio,  fundada en la naturaleza humana: el hombre como  homo económicus. La lógica es la siguiente: las necesidades son muchísimas, casi infinitas, pero los recursos son escasos. Ya desde los pensadores iluministas, como Condorcet, cuando hablan de recursos escasos no están pensando en la naturaleza.   El agua, el aire, no son bienes económicos, en tanto son considerados infinitos, como infinita es la posibilidad del progreso, ligada al crecimiento. (En otras entradas, veremos las ideas de crecimiento económico y desarrollo como instancias diferenciales y el papel de los recursos naturales)

¿Tonce?….Tonce la economía para estos es eso… hacer rendir los recursos (bienes económicos), tomar decisiones racionales. Y ese instinto es natural. El hombre como una máquina de calcular, de hacer rendir racionalmente los recursos. y a su vez la base de una ciencia. La economía. Y siendo así, biológico-natural, es propio de todo tiempo y lugar.

Le económico como anterior y exterior a las relaciones, puesto que pertenece al orden natural.

Recordaba a Carlos Saúl (me agarro un huevo) cuando  dijo que «pobres hubo siempre»… como si fueran un fenómeno a-histórico de la naturaleza.

Los neoclásicos retoman la idea de escasez, pero ya deliberadamente como fuente del valor. Acá estamos en un terreno más conocido: la economía y la política se separan. Otro día volveremos sobre el tema: teoría del valor en los clásicos,  en los neoclásicos la teoría aditiva, valor decreciente, valor marginal, el mercado.  Estas ideotas importan, porque se arrastran a los keynesianos, neokeynesianos y hasta hoy, y son estos tipejos,  les economistas lobbystas del capital, los que planifican la vida cotidiana de millones.

Los estados europeos conquistaban el mundo (Asia, África, América). Tenían necesidad de entender a los pueblos. Entenderlos para dominarlos eficazmente. Ahí estará la antropología al servicio de los intereses imperiales/coloniales. ¿Por qué traigo esto?… ¡Por la economía, maestro!….

¿Cómo hacen los pueblos primitivos para hacer economía… es decir, para administrar recursos escasos entre numerosas necesidades?… (estamos usando provisionalmente  la definición neo-clásica de economía y si no sos europeo, sos primitivo. Sabelo.).

Y ahí comienza una pelea teórico ideológica: ¿Las categorías para pensar el mundo europeo sirven para el resto del mundo?…. ¿El hombre es realmente un Homo Económicus?…¿Es esta una categoría universal?…. (qué es uno de los lugares a donde quiero llegar) Esta discusión separa a los formalistas de los sustantivista. Y me servirá para mentar a Polanyi, el tigre sustantivista de los intercambios.

Se la dejo picando… Otro día seguimos. 🙂

Como cierre de hoy, una reflexión de un negro peroncho y sudaca en relación a los intentos racionalistas de explicar al hombre.  Hoy nos tocó el  homo económicus.

«Serán buenos los cálculos y los teoremas inexpugnables, si es que se  aplican a rombos, ángulos y cubos. Pero empiezan a fallar cuando se trata  de personas.
Y a lo mejor esto constituye la mas grande virtud del hombre, su toque  divino. El ultimo de los atorrantes de Flores es mas interesante que una  estrella, solamente porque su comportamiento no es previsible.
Nada de esto significa que debamos renunciar a la ciencia y su arsenal.
Que se sigan inventando licuadoras y tónicos contra el catarro. Dos  mas dos son cuatro. Los Refutadores de Leyendas tienen razón. Pero nada  mas que eso: razón.
A mi no me alcanza.»

Alejandro Dolina. Crónicas del Ángel Gris. Fragmento de La ciencia en el Barrio de Flores