Mali y el francés. Tercera Parte (Ni cumplo ni dignifico)

Veníamos viendo que hay inflación y que las causas  son diversas. concentración y extranjerización de la oferta, puja distributiva, especulación, manija mediática a las expectativas inflacionarias, controles de precios muy perfectibles, acuerdos cortos con actores fundamentales afuera, influencia de los precios internacionales, especulación, etc, etc. En función del los diagnósticos , las propuestas también eran diversas.

Pero en Malí y el francés Primera Parte, sugerí   la necesidad de una mirada hacia adentro de las casas de los compradores.

El capital se realiza en el consumo. Producción, distribución, circulación y  CONSUMO. Sin consumo la cosa no funciona. No es que el consumo defina un modo de producción: siendo yo zurdito, le pongo más fichas a la producción, y no tanto a la distribución (como Polanyi). Pero el consumo permite la realización del capital en este modo de producción: el capitalismo.
Esas casas/mansiones/ranchos están dentro de un barrio, condado, región que comparte más o menos valores, expectativas culturales, de clase.

¿Quienes deciden lo que se compra?…¿Dónde compran?… ¿A quién?… ¿Juega la edad?…¿Es posible una mirada de género?…

Hay que establecer una unidad de referencia para el análisis. Desde el punto de vista de la descendencia, de las reglas de la herencia, de la regulación de la sexualidad, los vínculos filiales, las unidades domésticas, generalmente  están habitadas por parientes. (Padres,  cónyuges, hijos, hermanos). Pero parentesco, o familia, para una mirada económica, no sería la unidad de referencia  adecuada.

El término familia, para los habitantes  de las casas (hogres) les queda chico, porque las familias son más amplias en número que los  habitantes de los hogares. Si lo que vamos a mirar es la economía, (en este caso el consumo y tal vez la producción), la unidad de referencia no será la familia sino la unidad doméstica.

Foto: El Sudaca Renegau. Licencia CC 2.0 Mural Luxor, La Plata

La unidad doméstica no se refiere a todos los que habitan bajo el mismo techo: ese es el concepto de hogar. Hogar es el conjunto de personas que viven bajo el mismo techo y tienen un presupuesto común para parar la olla.  La unidad doméstica (unidad de referencia económica) es el conjunto de personas, parientes o no, que organiza los recursos, los ingresos, las capacidades ¡Y el consumo!. Y que bien podría  estar formada por más de un hogar.

Y para colmo, existe la posibilidad que las unidades de referencia coincidan:  que un hogar esté integrado por todos los referentes de una familia y a su vez sea la unidad de organización de recursos, capacidades  y consumo. En ese caso familia=hogar=UD (Unidad Doméstica)

¿Qué consumen las UD?… Mercancías del mercado y recursos  colectivos: transporte, electricidad, agua, saneamiento (también del mercado).

Los neoclásicos tienen un problema con esto, porque suponen agentes individuales que deciden y en la práctica real se encuentran con unidades domésticas con ingresos diferenciados de sus integrantes, preferencias divergentes (por lo tanto, utilidades marginales diferentes. Para ver Utilidad Marginal en el marco neoclásico puede ver las entradas de economía que le sugiero: si no está de acuerdo podrá putearme , pero  por lo menos se habrá cagado de risa con la corbata rojo punzó de Hugo Varela y el predicador conurbano, Jesús de Laferrere y los  rollingas de Capusotto. primera parte, segunda parte )

¿Qué hacer?… Bueno. Tengamos en cuenta al jefe: el jefe decide por todos.  ¿Todas las unidades domésticas tienen jefe?… Y si hubiera… ¿Cómo decide?…. La teoría les queda chica. El mundo es más complejo y la supremacía masculina está en declive. Y las familias cambian, y también las Unidades Domésticas

Foto: El Sudaca Renegau. Licencia CC 2.0 . Fragmento de interveción de Luxor. La Plata

Hacen unas fórmulas para calcular teniendo en cuenta las distintas utilidades marginales de los integrantes. Fórmulas complejas. Seamos breves.

Siempre hay un roto pa un descosido: llega  HART, Gillian y dice que en pos de maximizar la utilidad individual, las decisiones se negocian. (Seguimos con la necesidad y la maximización como paradigma) La unidad doméstica como un campo de disputa y negociación de intereses. Esa será la teoría de los juegos: los jugadores  apelarán al regateo, la cooperación (una especie de alianza transitoria de empresas, como en el TEG). No le voy a negar que nunca es así. Salvo que estos análisis obvian las referencias históricas en las que se desenvuelve la unidad doméstica, a las características del proceso productivo, las relaciones de producción, distribución del trabajo, las relaciones de género, de poder. Siguen pensando en agentes libres dentro de un mercado (la casa, o una unidad mayor como una especie de mercado). Pero adentro de una unidad doméstica, como en el mercado, en que unos son los dueños de los medios de producción y otros solo tienen la fuerza de trabajo, «en esta casa se hace lo que digo yo, porque soy el hombre/mujer, porque soy tu padre/madre, porque te pensás que la guita la cagan los perros y yo me deslomo laburando, porque ahora querés el gato, pero cuando sea grande te olvidás y seré yo el/la que le cambie las piedritas del meo… y variaciones de este tipo.

También olvidan que el consumo, en esta sociedad, (la de consumo, maestro), está generada por una necesidad del capital: el marketing al servicio de la necesidad, la demanda y el deseo (Lacán, Lacán, por el culo te la dan) para la realización del capital.

Al final lo re-cagué de nuevo… nunca llegamos a Meillasoux y Malí… Je, je, je…

Ta bien… le tiro una puntita. Hubo antes del francés un ruso que en medio de la revolución rusa, frente a los soviets, tira que no hay que colectivizar todo, que hay que mantener la propiedad privada de los campesinos y que hay una comunidad doméstica con un modo de producción particular en la que consumidores y productores coinciden. Que hay que mirar esa realidad. Le resumo: lo hicieron cagar. Pero luego vendrá un francés  que lo descubre y toma sus ideas para mirar el contexto colonial franchute en África. La economía doméstica y las articulaciones con el capitalismo colonial.
Si todos estos rodeos, dilaciones, juegos, el modo de producción de post, sudaca y renegau, no funciona. Disculpe. «Estamos llegando» dijo el general Alais cuando iba a reprimir la rebelión carapintada de Aldo Rico. Nunca llegó. Yo ni cumplo, ni dignifico.

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