Sebastián Monk se manda un candombe que me encanta: abran cancha. Donde los perdedores, los segundos son los protagonistas, sin querer serlo.
Abran cancha que venimos los Don Nadie
los que estamos orgullosos de no ser
aristócratas sin sed ni hambre de gloria
le escapamo’ a la victoria
por el gusto de perder.
Aquí vamos los que nunca fuimos nada
los que odiamos la palabra vencedor
pa’ infelices fueron hechos los primeros
proletarios, jornaleros
de ser cada día mejor.
Esta hinchada no se cansa
de seguir y de alentar
le arrugamo’ al adversario más temible
porque somos infalibles
al momento de fallar
Cuando un gol es de rebote no se grita
y si es lindo, con la mano, vale igual
aplaudimos el correr del aguatero
o la estirpe de un zaguero
al hacer un lateral.
Los botines son las Flecha agujereadas
y la Pulpo con un tajo, la balón
la casaca que vestimo’ es todo’ en cuero
y gritamos saquen huevos
no queremos ser campeón.
Celebramos un descenso
si bajamos a la B
nuestros cra’ cobran un pacho y una coca
pa’ después venderlo’ a Europa
en pisadita al pan y que’.
Con lechuga entre los dientes
nuestras voces todas juntas
hoy jugamos como nunca
y perdimos como siempre.
Por principio alentamo’ a los contrarios
por honor pateamo’ afuera los penal
nuestro día es el día del arquero
no nos saquen del potrero
pa’ llevarnos a un mundial.
Nos tiramos para ver qué bien caemos
protestamos si nos cobran la infracción
concertistas del pum pum contra las chapas
los del chori de dorapa
y el pancho en Constitución
No buscamos un trofeo
ni ser más que los demás
nuestra meta es salir siempre segundos
griten losers de este mundo
al triunfo nunca más.
Salgan a la calle los tomadores del vino de la casa,
los coleccionistas de medias sueltas sin el par,
los que tienen que explicar el chiste que recién contaron.
Tomen por asalto fondas y bares
los muy caballeros que por agacharse a recogerle el pañuelo a la dama de sus sueños, muestran sin querer media raya del culo.
Larga vida a todo aquel a quien le llega siempre primero el subte del andén de enfrente, a quienes las tostadas sólo se les caen del lado del dulce, los que tienen la caja del cd, sin el cd adentro.
Bienaventurados entonces los ayudantes, los vice-directores, los dependientes, copilotos y adjuntos. Los actores de reparto, los eternos suplentes, los subcampeones, extras, violistas y coreutas.
Benditos sean los Robin, los Coquitos, las Juanitas, Leporellos y Mendietas. Los Sancho Panza, los Nito Mestre, que supieron desde el vamos que esta vida es tanto más hermosa cuando no se vive para ser un Nº1.
Con solo 43 años, en Diciembre del 2011, Sebastián fallece.
En el programa radial Revuelto Gramajo de Alejandro Simonazzi le hacen un homenaje.
Juan Quintero canta Amapola de Juan Luis Guerra. La emoción lo hace llorar, entonces se acerca su compañera Luna Monti y se arma un dúo.
El momento es mágico.