Peronismo de moras y frutillas

Hacer dulce es fácil: se cocina fruta con azúcar en proporciones y tiempo adecuado y luego se envasa en frascos esterilizados. Y si usted usa siempre la misma fruta y la misma marca de azúcar, el sabor será similar. Pero resulta que esto no es del todo así.

Vio que dos personas, con la misma receta, obtienen sabores diferentes… Es que hay algo de la subjetividad y la biografía del cocinero puesto allí. Pongamos el caso que los ingredientes sean exactamente iguales. No debería obtenerse un resultado distinto. Pero la manera de cortar, los grosores,  las sutiles diferencia en las cantidades, la intensidad del calor, el interés, el tiempo para cada paso, son claves.

Yo le agregaría a esto, las circunstancias biograficas y trayectorias vitales  de los involucrados en un proceso culinario. Hay allí una alquimia.

Para mi receta de moras y frutillas identifiqué los siguientes ingredientes:

  • un padre exiliado que se quedó allá.
  • un parque con árboles, justo en esta época las moras están maduras
  • 750 gramos de azúcar que no sea Ledesma. El dulce le saldrá amargo con toques de apagón. No se arregla con nada.
  • una olla Essen grande.
  • dos kilos de frutillas (justo en esta época los productores las rematan, porque se maduran todas juntas) Si Ud. vive en otro lado, alejado del cinturón hortícola de La Plata, vea como lo resuelve.
  • hijos  y mujer. Para esta receta sirven para ser feliz y para juntar fruta. Si no tiene, puede chamuyarl@ con la excusa del dulce.
  • ropa adecuada para que no le importe mancharse.
  • una visita de su padre.
  • una cucharada sopera de limón.

Procedimiento

  • ponga las reposeras en el auto, el equipo con mate, baldes y bolsas para juntar moras.
  • logre que todos suban al auto.
  • acérquese a un bosque con moreras.
  • Ponga a la familia a juntar. Cada tanto cómase una mora y mánchese los dedos, la cara y las manos.
  • despliegue las reposeras.
  • hable de cosas intrascendentes a la sombra. Disfrutará, porque lo importante es lo no dicho.
  • Juegue con sus hijos
  • Grite un poco.
  • Vuelva a su casa.
  • Lave la fruta. No intente sacarle los cabitos a las moras, no podrá y en el dulce no queda mal.
  • Mezcle en partes iguales moras y frutillas y póngalas en la olla hasta que falte un centímetro o dos para el borde.
  • Ponga el azúcar y la cucharada de limón. No se puede hacer dulce sin azúcar. El limón es para recordarle al dulce que la vida tiene muchas variantes.
  •  Mientras tanto hierva en otra olla frascos limpios y tapas.
  • Revuelva cada tanto con una cuchara de madera. Si le gusta, puede meter un mixer para desmenuzar, pero no es imprescindible.
  • Hable del peronismo con su padre. Discuta y pruebe el dulce. Puede meter allí a Maquiavelo, capitalismo, realpolitik, contexto, etc.

Póngale que en vez de su padre exilado, usted habla con su tía macrista. El sabor será efímero. El dulce se pudre rápido.

¿Cómo sabrá si el dulce está listo?. Claude Lévi-Strauss, observa que las tribus que no conocen la cocción de los alimentos no tienen la palabra para decir cocido ni crudo. El chabón reflexiona: para alcanzar lo real, es necesario de antemano poder hacer abstracción de lo vivido. sólo las nuevas experiencias permiten desarrollar nuevos paradigmas.

Retomemos….  Ponga un poco de dulce  en un plato, y al pásele el dedo de manera transversal: si las aguas quedan divididas, Ud. no será Moisés, pero aprendió a hacer dulce.  Pero pongamos que no hizo la prueba transversal, y  unta una galletita Traviata y se chorrea  por los  veintitrés agujeritos. Tonce le falta.  La Traviata es  como Rucci, quiere un dulce de moras y frutillas sin Perón y no se puede.

Si quedó duro como rulo de estatua, es que se pasó. Si no tiene gusto a quemado, se resuelve agregando un poco de agua. Pero si se quemó, tiene que comenzar todo de vuelta: en mi caso, con un golpe cívico militar. No conviene que el dulce se queme.

¿Qué se pensó?… ¿Que era solo teoría?… No. Ahí estamos juntando moras

9 comentarios en “Peronismo de moras y frutillas

  1. Mencantó.
    Hay que tener calidad para hacer mermelada con Lévi-Strauss y mucho más con toda la familia. Quizás haya que revisitar eso de que peronismo es comer fideos con la vieja los domingos: con moras y frutillas también se puede hacer.

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  2. Ops… recién veo los comentarios.
    Ricardo. Y…si. El Peronismo es diverso. Y allí está la clave. Nos contiene a tod@s.
    Néstor: el proxy del Ministerio no muestra la foto que colgué. Aunque no uses linux, si lo ves afuera, y no usas Explorer de Microsoft, serás feliz.

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  3. Cuando militaba en la JP de los 70, se corría la voz de que el secuestro al que lopecito e isabel tenían sometido al viejo, llegaba hasta tal punto que, con la excusa de que le hacía mal, no lo dejaban comer el dulce de leche que tanto le gustaba. Aunque no fuera exacto es verdadero, como todas las metáforas. Por eso me gusta que Nacho haya bautizado de «peronista» ese exquisito dulce a cuya creación he contribuído modestamente y que espero probar en…agosto. ¡ Guardame un frasco, pibe! Un abrazo.
    Tu viejo

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  4. Muy bueno, me dieron ganas de comer dulce, llamar a mi abuela para hablar de peronismo (en este caso el dulce iría antes, como soborno) y por qué no, abrir un paquete de jabón sunlight 🙂
    Saludos!

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  5. «(…)y por qué no, abrir un paquete de jabón sunlight :)». No conocía ese texto de Alejandro Dolina. «INSTRUCCIONES PARA ABRIR EL PAQUETE DE JABON SUNLIGHT». Lo encontré acá: http://bluesdelux.blogspot.com.ar/2009/07/instrucciones-para-abrir-el-paquete-de.html
    Hasta que se me ocurrió buscar a qué se refería, imaginé que Ud, Maga, había volcado. ¡¡¡Ahora entiendo todo, dijo el cornudo!!! Culpa suya tendré que comprarme El Libro del Fantasma.

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    • Mire lo que será el cuelgue que el comentario lo cruza al trote (????)
      Recomendable libro, junto con el del Angel Gris.
      Vuelco mucho más de lo que cree. Vuelvo, cuando gmail no me oculta que me había respondido (hace más de un mes!)
      Salute!

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  6. recién leo, es muy bueno, también hago dulces, de ciruela (y de otros gustos que no me salen tan bien), son de mis arboles, yo los cosecho, es una tarea solitaria, muy alejada de política y muy solitaria, pero una vez hechos, yo no los como, los hago para los demás para mis amigos, para mi familia, los llevo en mi auto para la mano solidaria que siempre te da una mano, y pensándolo bien los comparto, como el pan compañero, fraternalmente también como los viejos anarquistas…. de ahí vengo y me acabo de dar cuenta que lo digo en mis dulces…gracias sudaca

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